Podemos definir la presoterapia como la práctica por la cual se lleva a cabo un drenaje linfático para aliviar determinadas dolencias y erradicar problemas estéticos. La presoterapia da resultados desde la primera sesión, aunque antes de someterse a un tratamiento de este tipo es necesario tener en cuenta algunas cuestiones importantes. Esta técnica hizo su aparición en la década de los sesenta del siglo pasado, para aliviar determinadas complicaciones causadas por las vasectomías. Posteriormente, se comenzó a aplicar para otros fines debido a las ventajas que ofrecía este tratamiento.

Principales beneficios de la presoterapia

La presoterapia es uno de los tratamientos corporales que mejores resultados ofrecen, y además tiene el aliciente de que es totalmente indoloro. A continuación, pasamos a exponer los principales beneficios que se pueden obtener de esta terapia.

Se produce una mejoría en la circulación de la sangre

Esta mejora en la circulación estimula la eliminación de toxinas y de las partículas de grasa. También ayuda a conseguir más estabilidad de la presión arterial.

Ayuda a combatir la retención de líquidos

Una de las consecuencias de los edemas, o retenciones de líquidos, es el aumento de peso. La presoterapia ayuda a combatir esta acumulación de líquidos. Esta cualidad, junto con la eliminación de partículas de grasa y toxinas, permite afirmar que la presoterapia adelgaza.

Alivia la sensación de piernas cansadas

Este tratamiento también ayuda a combatir la retención de líquidos que provoca las piernas cansadas. Al mismo tiempo, contribuye a aliviar determinados dolores localizados sobre todo en las piernas y la espalda.

Ayuda a eliminar las varices

Gracias a los beneficios anteriormente descritos, la presoterapia se comporta como un factor de erradicación de las varices gracias a una mejora en el aparato circulatorio.

Mejora el sistema inmunitario

El sistema inmunitario está formado por un conjunto de células, tejidos y órganos que fortalecen el cuerpo humano frente a las infecciones. El tratamiento de presoterapia mejora el funcionamiento de los ganglios linfáticos. El principal cometido de estos es, precisamente, la purificación de las sustancias que conduce el líquido linfático.

Ayuda a combatir el sobrepeso y la obesidad

Muchos pacientes acuden a los centros donde se aplican estos tratamientos corporales para eliminar problemas de obesidad y sobrepeso. Muchas veces se aplica este método previo a intervenciones como la liposucción. También es muy eficaz a la hora de eliminar la antiestética piel de naranja.

Es un apoyo para conseguir una figura más esbelta

Las distintas sesiones de presoterapia permiten tonificar determinadas partes del cuerpo, como por ejemplo piernas o glúteos.

¿Cómo se lleva a cabo este tratamiento?

Antes del comienzo de una sesión de presoterapia, el paciente debe ponerse un traje específico que le somete  a una presión determinada, la cual es controlada por ordenador. Esta indumentaria va a cubrir las piernas, los brazos y el tronco del paciente, que deberá estar tumbado sobre una camilla durante la sesión. En el transcurso de la sesión, el paciente sentirá una leve presión en todas las zonas sobre las que se aplique la técnica, pero en ningún caso será una sensación molesta, dolorosa o desagradable. Cada sesión dura entre 30 y 40 minutos.

Al acabar la sesión, el paciente va a tener una agradable sensación de relajación. En algunas ocasiones, también pueden aparecer ganas de orinar debido a la actividad de los fluidos. Lógicamente, en los distintos tratamientos, la presión y los programas de ordenador estarán adaptados a la morfología y las características de cada paciente.

¿Quién puede y quién no puede someterse a uno de estos tratamientos?

Ya hemos hablado de cómo da la presoterapia beneficios de diversos tipos. No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las personas pueden someterse a una terapia de este tipo o, al menos, deben consultar con el médico especialista antes de comenzar el tratamiento. Concretamente, pueden presentar contraindicaciones los siguientes grupos de pacientes.

  • Pacientes con trombosis venosa profunda. Esta dolencia consiste en la existencia de una coagulación en el interior de una vena.
  • Pacientes con marcapasos.
  • Pacientes con insuficiencia renal. En este caso, la aplicación de este tratamiento puede agravar la dolencia.
  • Pacientes con heridas en alguna de las zonas del cuerpo en la que se vaya a aplicar el tratamiento.
  • Pacientes con dolencias cardíacas.
  • Enfermos de cáncer.
  • Mujeres embarazadas.
  • Pacientes con flebitis (hinchamiento de las venas que puede venir acompañado de coágulos de sangre).
  • Infección en la vejiga o en otra parte del aparato urinario. Someterse a sesiones de presoterapia puede ayudar a expandir la infección.
  • Pacientes diabéticos. En este caso, la presoterapia puede ser beneficiosa o perjudicial, ya que puede producir una disminución drástica del nivel de glucosa en sangre. Es imprescindible consultar con el especialista antes de someterse al tratamiento.
  • Pacientes afectados por la acción de determinados virus, bacterias o agentes alérgenos, que sufran fiebre o enrojecimiento, inflamación o dolor en alguna de las zonas que vayan a ser tratadas.
  • Enfermos de tuberculosis.
  • No se puede aplicar en zonas del cuerpo en las que se hayan realizado tatuajes hace poco tiempo o donde se haya producido algún tipo de punción o inyección.

¿Cuántas sesiones son necesarias para empezar a ver resultados?

Lógicamente, el número de sesiones necesarias para observar en la presoterapia sus beneficios variará en función de determinadas circunstancias. Los especialistas recomiendan la realización de dos sesiones por semana. A la cuarta o quinta sesión se comienzan a ver los primeros resultados. Generalmente, estos tratamientos suelen requerir entre 8 y 12 sesiones.

Con respecto a la duración de los efectos de este tipo de tratamiento, dependerá de varias causas, como son el número de sesiones realizadas, el metabolismo del paciente o el nivel de actividad de este.

Algunos consejos para los pacientes tras un tratamiento de presoterapia

Para poder disfrutar después de una presoterapia de resultados satisfactorios, es muy recomendable que el paciente lleve unos determinados hábitos tras el tratamiento. En concreto, es necesario practicar ejercicio físico y llevar una dieta equilibrada, evitando cualquier tipo de excesos. Montar en bicicleta y caminar son dos actividades muy recomendables para que los efectos de este tratamiento perduren en el tiempo.

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