¿Estás pensando en hacerte un retoque facial? A día de hoy hay muchísimas opciones en cuanto a rellenos no invasivos para el rostro que permiten atacar los principales problemas del paso de los años, devolviendo una piel sana y rejuvenecida. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Hoy te lo contamos todo!

¿Qué productos podemos usar para obtener un rostro natural?

En la actualidad existen, fundamentalmente, dos tipos de rellenos faciales: son la toxina botulínica, también conocida como bótox, y el ácido hialurónico. Además, podemos acompañar cualquiera de estos dos productos con sesiones de radiofrecuencia, ¡mira!

Toxina botulínica

La toxina botulínica se conoce popularmente como bótox, aunque este es uno de sus nombres comerciales. Es una sustancia que nos permite relajar los músculos del rostro, aunque no de forma permanente. Es muy útil para tratar las arrugas que ya están asentadas en la cara del paciente, pero también funciona muy bien como prevención.

Basta con inyectar una pequeña cantidad de toxina botulínica justo en el surco que ha creado o está empezando a crear la arruga. Al producir una distensión del músculo, la arruga desaparece visualmente y el rostro adopta una expresión más rejuvenecida.

Es importante tener en cuenta que los efectos del bótox no son permanentes. El cuerpo tardará entre cuatro y seis meses en reabsorber el producto. Para mantener los resultados será necesario volver a pasar por la consulta.

Ácido hialurónico

Si bien la toxina botulínica era útil para eliminar las arrugas tratando el músculo que las crea, el ácido hialurónico funciona más bien como un relleno que permite dar volumen al rostro. Además, el ácido hialurónico es un producto muy beneficioso para la piel, ya que la hidrata en profundidad. Por lo tanto, además de dar forma al rostro también funciona como un tratamiento anti-aging.

Los rellenos con ácido hialurónico, también conocidos como fillers, permiten devolver la armonía de la cara ya que podemos reesculpir el rostro con ellos. Sirven para devolver vida a los pómulos, pero también para perfilar y rellenar los labios o redefinir el óvalo facial.

Igual que en el caso de la toxina botulínica, el ácido hialurónico tampoco es permanente y una vez absorbido por completo por la piel será necesario volver a aplicarlo.

Rellenos no invasivos y la radiofrecuencia

Si vamos a hacernos alguno de los tratamientos anteriores, podemos potenciar los efectos incluyendo sesiones de radiofrecuencia. Se trata de un tipo de lifting facial que no requiere de quirófano. Sirve para tensar la piel mediante un proceso no doloroso, devolviendo firmeza y juventud al rostro.

La radiofrecuencia reactiva la producción de colágeno de forma que la piel se hace más elástica y evita la formación de futuras arrugas. Los efectos de esta terapia empiezan a notarse a partir de la segunda sesión.

Como ves, existen muchas opciones para hacerse rellenos no invasivos en el rostro o tratamientos de rejuvenecimiento facial sin tener que pasar por el quirófano. Con estos tratamientos tan sencillos podemos conseguir la mejor versión de nosotros mismos en tiempo récord, ¡anímate a probarlos!