Una cuestión que muchas personas desconocen es la relación entre las hormonas y la depilación láser. Hay ocasiones en las que este procedimiento se ve afectado por una determinada condición. Hemos preparado este artículo con el objetivo de aclarar de qué manera puede dificultar los resultados y cómo se suele abordar este desafío.
En primer lugar, es importante entender que una de las hormonas encargadas del crecimiento del pelo son los andrógenos. Muchas personas consideran que están presentes exclusivamente en hombres, pero este es un mito que conviene derribar. Las mujeres también los poseen, aunque en un volumen muy inferior.
Cuando estos presentan un exceso, pueden desencadenar hirsutismo. Esta afección se traduce en un crecimiento desmesurado del vello, incluso en zonas donde no debería. Por ejemplo, en la barbilla y el bigote en el caso de las mujeres, igual que en las zonas del cuello más cercanas a la cabeza.
Está caracterizado por la aparición de pelo rígido, grueso y oscuro, es decir, bastante visible en la mayoría de los casos. En mujeres, puede darse también en el pecho y en la mitad inferior del abdomen, aunque es muy infrecuente. Lo mismo sucede en los muslos y en la espalda, pero con mayor probabilidad.
Con el paso del tiempo, puede desencadenar otras consecuencias más patentes, como un agravamiento en la voz, una reducción en el tamaño de los senos o incluso alopecia. Este factor se conoce como virilización, y es un proceso que requiere tratamiento hormonal en mujeres con el objetivo de detenerlo y, cuando es posible, revertirlo.
Las hormonas no pueden impedir la eficacia del láser, de hecho, este se recomienda en mujeres que padecen hirsutismo. La razón es que combate el síntoma más frecuente, molesto y visible, que es la aparición de vello en la barbilla y el bigote. Es posible recurrir a este método en cualquier parte del cuerpo, lo que incluye la espalda y los brazos.
En el caso de los hombres, también hay una circunstancia molesta a la que debemos hacer referencia. Cuando la frecuencia de afeitado en la barbilla es diaria por el rápido crecimiento o cuando se hace visible la denominada «sombra gris», conviene darse el láser. En estos casos, no hablaríamos de una pauta completa para eliminarlo del todo, sino de varias sesiones para reducirlo.
Partiendo de lo anterior, hay muchas personas que desean tener un volumen inferior de pelo en ciertas zonas, como los brazos, pero sin retirarlo para siempre. Con unas tres o cuatro sesiones al año sería suficiente para que tengan un mejor aspecto, y con el paso del tiempo serían necesarias cada vez menos.
Otra de las situaciones relacionadas con las hormonas es la depilación láser en el cuello. Hay quienes consideran que no es adecuada por la cercanía con la tiroides. Este es un mito que pretendemos derribar, de hecho, incluso las personas que sufren hipertiroidismo pueden someterse al tratamiento sin problemas.
Más allá de las personas que padecen una determinada condición, están quienes presentan cambios hormonales esporádicos. Estos pueden afectar tanto a hombres como a mujeres de cualquier grupo de edad. Un ejemplo de ello es la adolescencia, como también lo es la menopausia, aunque hablamos de desencadenantes más extraordinarios.
Las áreas en las que más vello hormonal aparece (en el caso de las mujeres) es en el rostro y la línea alba. Esta franja de color oscuro se hace más evidente durante el embarazo, y comienza debajo del ombligo. Es posible que aparezca más pelo como consecuencia de los cambios en los niveles de andrógenos en la gestación.
Por su parte, la espalda y el escote son otras de las partes más afectadas, igual que las extremidades inferiores. Las piernas suelen mostrar una mayor población de pelo en la cara frontal, mientras que en los muslos se trata de la trasera y de la interna. Precisamente, en estas dos hay una mayor probabilidad de sufrir foliculitis por su mayor sensibilidad.
En el tórax y el abdomen también con un tono más oscuro, lo que hace esta circunstancia bastante más evidente. El rasurado no siempre es eficaz, dado que suele salir con un grosor y una fuerza significativos. Las únicas alternativas son la cera (que agrede la dermis) y el láser, con un efecto definitivo.
Para todas estas partes del cuerpo, los beneficios de la depilación láser la hacen perfectamente compatible. Estamos hablando de una solución casi permanente que no irrita tanto la dermis. Por si fuera poco, también actúa contra la foliculitis debido a su reconocido potencial antibacteriano.
La depilación láser es igual de efectiva en las áreas del cuerpo en las que menos sale el vello. De hecho, requiere menos sesiones cuando el volumen es inferior. Igualmente, los resultados son visibles durante bastante más tiempo, y solo es necesaria una repetición cada año para mantener el mismo aspecto.
Cuando las personas padecen condiciones hormonales como las que hemos visto, hay áreas que presentan una menor afección, aunque también conviene destacarlas. Estamos hablando, por ejemplo, de las ingles, las axilas o la parte superior del abdomen (en el caso de mujeres). Los hombres por su parte, pueden tener vello en el cuello, en zonas por debajo de la nuez.
Muchas personas cometen el error de rasurarse estas zonas, cuando es igual de perjudicial para la piel que en las otras que mencionábamos. Incluso pueden irritarse más, dado que, como hay menos vello, el contacto con la dermis es mayor. Sobre todo, en áreas como las piernas o los codos, donde se pasa más cerca del hueso y puede ocasionar cortes.
Como se ha podido ver, la relación entre las hormonas y la depilación láser puede ser conflictiva. Sin embargo, esta es una cuestión que se puede superar con un plan personalizado, como hacemos en Láser Alcalá. Invitamos a contactar para preparar un estudio previo que identifique el tratamiento más eficaz en cada caso.
Deshazte de la depilación tradicional y olvídate del vello. Visita nuestro centro y consigue una piel suave y luminosa todo el año.
Esta empresa ha sido beneficiaria del bono Kit Digital y lo ha utilizado para las soluciones digitales: Sitio web y presencia en internet, financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
