Conocer la diferencia entre la luz pulsada y láser nos servirá para tomar una buena decisión a la hora de elegir un centro estético adecuado. Es importante que el especialista tenga en cuenta el fototipo de nuestra piel, así como los resultados que esperamos después de un tratamiento de este tipo.
¿Qué elegir, IPL o láser?
La elección entre IPL o láser debe ser tomada por el especialista en estética por obvias razones. Tras realizar un examen previo del paciente y sus características epidérmicas, así como el objetivo que persigue con respecto a la depilación, el método debe estar dirigido a conseguir un resultado óptimo.
Aunque podemos elegir acudir a un centro de estética cualquiera, lo indicado es seleccionar aquel que nos ofrezca las máximas garantías. Un centro especializado posee una atención personalizada por parte de sus profesionales, así como las novedades tecnológicas para lograr superar las expectativas del cliente.
Para elegir entre un método de depilación y otro, debemos conocerlos mejor. Por eso, veremos las características de la luz pulsada o IPL y la depilación láser.
¿Por qué se caracteriza la luz pulsada?
La luz pulsada consiste en una técnica que combina la luz policromada y la multidirección, con el fin de tratar diferentes tipos de vellos. Como su propio nombre indica, la luz que emite este método atiende a pulsaciones, es decir, a golpes de luz que se transmiten por amplias zonas de la piel.
Estos halos de luz llevan un intenso calor a los vellos y sus raíces, con la finalidad de destruir a estas últimas. Pero este tratamiento, como todos, presenta una serie de ventajas e inconvenientes que debemos analizar.
Ventajas de la IPL
Entre las ventajas de la IPL está la capacidad de adecuar la intensidad de la luz que emite a los diferentes fototipos de piel. De esta forma, este método depilatorio se ofrece a personas que muestran distintas características epidérmicas, como es una piel más o menos bronceada e, incluso, vellos de diversas tonalidades.
Otro beneficio que nos presenta es la capacidad para tratar áreas grandes, como pueden ser las piernas, los brazos, la espalda o la zona del pecho (en el caso masculino).
Inconvenientes de la luz pulsada o IPL
Ahora debemos ver los inconvenientes de este método, que no siempre alcanza las expectativas que promete. En este sentido, a pesar de estar indicado para casi todos los fototipos, su nivel de acción parece quedarse corto, ya que no consigue acabar con los folículos pilosos al igual que otros métodos láser.
Aunque se ofrece a pieles bronceadas, el especialista puede requerir una mayor exposición de IPL para lograr un mejor resultado. Esto puede llevar a quemaduras en la piel y una larga recuperación. De otro modo, las sesiones deben acortarse considerablemente e, incluso, multiplicarse, para llegar a la meta propuesta.
Muchos pacientes califican a este tratamiento como doloroso. Posiblemente se deba repetir el procedimiento cada año, para evitar exponernos a la depilación tradicional, que toda persona busca evitar.
¿En qué consiste la depilación láser?
La depilación láser consiste en aplicar calor a través de una luz monocromática que llega hasta el folículo piloso. Es un método unidireccional, lo que permite clasificar cada vello para terminar destruyéndolo desde la raíz.
Este tratamiento de energía lumínica continua, al realizarse en un centro especializado, nos permite obtener la seguridad requerida, ya que el profesional consigue, de manera milimétrica, acabar con la raíz del vello sin afectar en absoluto a la epidermis del paciente.
Mejor, analicemos los pros y los contras de este tipo de depilación, así como las opciones que podemos encontrar con respecto a la misma.
Pros y contras de la depilación láser
La depilación láser nos ofrece muchos beneficios, como un menor número de sesiones con respecto a la IPL. Además, por los adelantos que podemos encontrar en un centro especializado, podemos asegurar que el método es prácticamente indoloro, a menos que el paciente muestre una previa hipersensibilidad en la piel.
La depilación láser es indicada para los diversos fototipos epidérmicos, con la posibilidad de seleccionar el tipo de láser más adecuado para cada paciente.
Otra ventaja es la capacidad que tiene para llegar a áreas del cuerpo más pequeñas.
El método con láser es el más indicado para la depilación definitiva, además de permitirnos periodos de descansos más espaciados entre las distintas sesiones.
Aunque podemos ver como contras los efectos que produce tras cada sesión, como son el enrojecimiento, el calentamiento dérmico e, incluso, una ligera inflamación, debemos comprender que dichos síntomas también aparecen en el resto de tratamientos, incluyendo la IPL.
Tipos de depilación láser
Existen tres tipos de depilación láser que el especialista puede elegir para conseguir un buen resultado para su paciente. Así, encontramos el láser diodo, alejandrita y soprano. Cada uno presenta características diferentes, con resultados específicos.
El láser soprano se aplica recorriendo una zona de la piel a tratar, al mismo tiempo que se llevan a cabo disparos de luz, que van quemando el vello que se desea eliminar. Se caracteriza porque es prácticamente indoloro, pero requiere de más sesiones para conseguir las expectativas del paciente.
Por su parte, el láser alejandrita trabaja mejor en una piel sin broncear, aunque puede ser aplicado para cualquier fototipo. Mediante un sistema de luz pulsada, va quemando pelo por pelo en un proceso relativamente lento. Al menos, sus resultados son bastante buenos.
El láser diodo consigue una mejor resolución con respecto a los anteriores. En pocas sesiones puede llegar a eliminar el 90 % del vello. Es idóneo para pieles más oscuras o bronceadas, además de usarse para todo tipo de epidermis. Puede dejar mayor rojez en la zona tratada, pero la recuperación es temprana siempre que se sigan las indicaciones del especialista.
La diferencia entre la luz pulsada y el láser es considerable, así que debemos tener esto en cuenta a la hora de esperar unos determinados resultados. Acudir a un centro de depilación láser especializado marca la diferencia.
La depilación láser es uno de los métodos más efectivos para despedirse por fin del vello.