Seguro que sabes qué es la depilación láser, pero ¿alguna vez has oído hablar de la depilación láser perianal? Se trata de un tipo de depilación íntima con una demanda cada vez mayor tanto por los hombres como por las mujeres. Tiene un punto de estética, pero también podemos encontrar razones de higiene o incluso de salud, ya que al someternos a este tipo de tratamiento se reduce la foliculitis infecciosa que puede provocarnos fístulas, quistes o abscesos sacros en la zona perianal, dolencias muy molestas.
La depilación perianal con láser funciona de modo similar a cualquier tratamiento de depilación láser. El proceso se basa en aplicar un haz de luz sobre el folículo piloso. La acumulación de calor lo destruye en un proceso que se llama termólisis selectiva. Las zonas más pigmentadas absorben mejor la luz del láser, de modo que el tratamiento funciona mejor en pieles claras con cabello oscuro que cuando lo aplicamos en personas con un vello más claro o incluso cabellos canosos.
El tratamiento se aplica en la zona perianal, es decir el ano, perineo, pubis, ingles o el glúteo. Son zonas muy sensibles, de modo que el láser es la mejor solución para depilarlas. Una vez completada la depilación, se reduce considerablemente la posibilidad de que se produzcan fístulas, abscesos sacros o infecciones en la zona. Incluso en personas que han sufrido un problema de este tipo en el pasado, la intervención con láser en la zona perianal sirve para prevenir que se repita en el futuro.
Conviene señalar que el láser en la zona perianal es totalmente seguro. El vello que tenemos en esta zona lo desarrollamos en la pubertad, y originalmente tenía la función de evitar que el polvo o las pequeñas partículas ingresen en el interior de nuestro organismo a través del ano. Sin embargo, no hay ningún problema en eliminar este vello, siempre que se haga a través de tratamientos adecuados como el láser.
Aquí es importante que cada uno sepa diferenciar entre dolor y molestia. ¿Nos dolerá? No. ¿Nos molestará? Es posible sentir alguna molestia tras la primera sesión, aunque a medida que se avanza en el tratamiento serán cada vez menos recurrentes ya que la piel acaba acostumbrándose al láser. Eso sí, la depilación láser perianal es infinitamente menos dolorosa y molesta que otros tratamientos alternativos como pueden ser la cera o el afeitado a cuchilla.
Hay que tener en cuenta que se trata de una zona extremadamente sensible de nuestro cuerpo, por lo que el láser se presenta como la alternativa más indolora. Además, se evitan los cortes que se pueden producir al rasurar la zona o la irritación de la cera. Eso sí, únicamente debemos acudir a centros especializados en esta tecnología para asegurarnos de que el tratamiento se realiza siguiendo las pautas adecuadas.
Cada persona es un mundo, aunque los resultados se notan desde la primera sesión. A medida que pasen los días, notarás que el vello de la zona tratada se desprende. Eso sí, para finalizar este tratamiento de depilación láser y eliminarlo por completo deberán pasar varias sesiones. Es difícil decir cuántas, ya que depende del tipo de vello, de la piel, así que el especialista dirá cuántas sesiones necesitas y la periodicidad. En la mayoría de los casos, tiene una duración de unos 45 o 60 días.
Si has decidido optar por este tipo de depilación perianal, lo primero que deberías hacer es parar otros métodos de depilación que estés aplicando en la zona, especialmente la cera. La razón es muy simple: la cera arranca el vello de raíz, lo que reducirá la eficacia del láser y te obligará a alargar el tratamiento.
Por lo demás, basta con evitar el uso de cremas o lociones que puedan irritar la zona perianal. Si tienes alguna prenda de ropa que en ocasiones te cause esa irritación, también deberías evitar su uso antes del tratamiento. No tomes el sol o apliques rayos UVA en esa zona, y si tienes algún granito, la zona irritada o algún daño en la piel coméntaselo al especialista. Quizá sea mejor aplazar la sesión para ahorrarte molestias.
Tras cada sesión, tendremos que ocuparnos de los cuidados después de la depilación láser. Los primeros días es aconsejable utilizar aloe vera para calmar la irritación de la zona perianal. Mantener la piel hidratada es clave, para lo que puedes utilizar la crema hidratante que te ponga regularmente. Para que no surjan manchas o rojeces, es recomendable no exponer al sol la zona tratada al menos hasta una semana después de la sesión. De nuevo, evitar las prendas que puedan causar irritación o rozaduras ayudará a evitar molestias en la zona depilada.
También hay que ser especialmente cautelosos con la higiene. La zona tratada debe limpiarse bien, evitando el contacto con material que pueda estar contaminado y causar una infección. En este sentido, no ir a piscinas o baños públicos los días posteriores a las sesiones, o incluso a la playa, pueden ayudar a proteger la zona tratada. La clave para evitar problemas es seguir las pautas y recomendaciones que te marquen los especialistas del centro donde acudas a depilarte.
En resumen, la depilación láser perianal es la solución más recomendable a la hora de depilar una zona tan sensible del cuerpo. Se trata de un tratamiento simple, demandado tanto por hombres como por mujeres, que debe realizar un especialista. No hay que hacer nada especial antes, los cuidados después de la depilación láser son mínimos, es indolora más allá de alguna pequeña molestia que podamos sentir y nos permitirá librarnos del vello que cubre la zona perianal a la vez que prevenimos los problemas de foliculitis infecciosa.
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