¿Cómo depilar la zona íntima de manera efectiva?

Hoy en día, depilar la zona íntima se ha convertido en tendencia. De hecho, cada vez es una práctica más habitual tanto en hombres como en mujeres. Gracias a los medios actuales, hay formas de hacerlo que son completamente seguras, prácticas y duraderas. En este artículo repasamos algunas cuestiones de interés.

Tres métodos de depilación íntima

La elección entre un método u otro para la depilación íntima es una cuestión compleja. Hay que optar por técnicas que respeten la epidermis, que es bastante sensible en estos casos. Debe permitir, asimismo, que cada repetición esté espaciada en el tiempo para no causar irritaciones o inflamaciones. Estos son los más recomendados en la actualidad.

Cera fría o caliente

La cera es una de las técnicas más populares, y puede llegar a ser progresiva. ¿Qué significa esto? Pues que, con el paso de los años, el vello deja de aparecer. Puede ser fría o caliente, pero esta última opción es la mejor, dado que abre más los poros. Generalmente, se recomienda exfoliar la piel días antes, puesto que no tiene efecto desinfectante.

Hay un inconveniente considerable, y es el dolor que causa. Las zonas más sensibles, como puede ser el pubis, son más propensas a generar molestias. Incluso es frecuente que duren varias horas debido a la reacción agresiva de la epidermis. Como consecuencia, puede surgir foliculitis o sensación intensa de picor.

Crema depilatoria

Esta propuesta se suele considerar como una variante de la anterior, aunque su mecanismo de acción es diferente. La clave está en su potencial para destruir el vello desde su parte más fina. Con esta finalidad, se debe dejar durante unos 10 minutos en la piel, para luego retirarla con una espátula.

Su principal desventaja es la escasa permanencia, pues solo mantiene los resultados un par de días. Como la eliminación de raíz es muy débil, rápidamente vuelve a aparecer el pelo. Es un método recomendado para personas de piel sensible, pero no tanto para el pubis. El motivo es que, como requiere sesiones frecuentes, tiende a irritar más.

Cuchilla o afeitadora

Llegado este punto, es fundamental derribar un mito muy extendido. El paso constante de la cuchilla no es respetuoso con las capas superiores de la piel. Hay una pequeña sección que, aunque es microscópica, se elimina también. Esta es la razón por la que la inflamación cutánea es tan común en estos casos.

Cuando hablamos de su duración, se encuentra a medio camino entre los dos anteriores. De todos modos, no podemos obviar que resulta más dañino para la zona íntima, donde el vello es más fuerte. Sorprendentemente, la mayoría de afeitadoras que están hechas para el cuerpo no son compatibles con esta área.

El láser diodo para la zona íntima, una propuesta contemporánea

Hemos visto los tres métodos anteriores y queda clara su ineficacia para el pubis o el perineo. Entonces,, ¿cómo podemos efectuar la depilación íntima? El láser es una opción pensada, precisamente, para las partes del cuerpo más sensibles. Hay ciertas ventajas que queremos poner de relieve.

• Previene la foliculitis. La inflamación en los folículos pilosos surge como consecuencia de una infección después de medios de rasurado convencionales. El láser, al mantener la piel a elevadas temperaturas, presenta un potente efecto antibacteriano que soluciona este antiestético problema.
• Funciona para casi todos los tipos de piel. El diodo actúa sobre la melanina, es más efectivo todavía sobre la combinación de pelo oscuro con piel clara. Sin embargo, hoy en día hay metodologías específicas para casi todos los casos, como el diodo, por lo que siempre es conveniente consultar con un profesional.
• Genera pocas molestias. Las primeras sesiones suelen ser algo dolorosas, pero se soporta mejor que la cera. Cuando van transcurriendo los meses, cada vez hay menos vello, por lo que son menos incómodas. En consecuencia, es posible subir más la potencia de la máquina para que cada sesión sea más efectiva.
• Respeta la capa superficial de la piel. La acción del láser permite a la epidermis recuperarse más rápidamente que con otras técnicas. De hecho, 48 horas suelen ser suficientes para que el pubis presente su aspecto natural. Para reducir el plazo, se suele recomendar la aplicación de crema refrescante.
• Es definitivo. Uno de los beneficios de la depilación láser más conocidos es su duración. Después de unas 8 a 10 sesiones, solo es necesario acudir una vez al año para una de recordatorio. Cuando haya pasado un tiempo, los folículos quedarán inutilizados y no volverán a producir más vello.

¿Cómo rasurar la zona íntima antes de la depilación láser?

Como paso previo al láser diodo, resulta imprescindible llevar el área rasurada. De esta manera, cada haz de luz concentrada puede actuar con intensidad sobre los folículos al no encontrarse ningún obstáculo. Pero resulta imprescindible llevar a cabo ciertas pautas que contribuyan a optimizar los resultados:

• La forma más aconsejable es con una maquinilla, dado que no conviene arrancar el vello de raíz.
• Es recomendable usar jabón o espuma de afeitar para que la cuchilla se deslice mejor.
• Las partes más sensibles, como el perineo, deben hacerse de manera ágil y sin repeticiones.
• Es importante no volver a aplicar jabón o espuma, ya que irrita la piel y causa reacciones.
• Para que la piel se recupere antes del rasurado, hay que emplear jabón con pH neutro.
• Resulta imprescindible no tomar sol dos semanas antes de la sesión (y dos semanas después).

Después del rasurado, conviene hidratar la piel con una crema específica o con aloe vera. Igualmente, se puede usar agua refrescante, pero su aplicación no debe ser agresiva (mejor en spray formato lluvia). El mismo día de la sesión, el área debe estar limpia y sin restos de crema para minimizar el riesgo de inflamación.

Como hemos podido mostrar, depilar la zona íntima no solo es común, también es fácil. Lo importante es escoger un método que se adapte a las expectativas y sea compatible con la piel. En Láser Alcalá apostamos por la eliminación definitiva del vello, siempre con propuestas contemporáneas y un plan de tratamiento personalizado.